Una ventaja de este modelo es que permite al dueño de un negocio expandir el mismo sosteniéndose en la inversión que hacen terceras personas, las cuales creen en el concepto y la rentabilidad de dicho negocio. En este sentido, es importante tener en cuenta que, para que un negocio pueda considerarse franquiciable, debe cumplir con tres requisitos fundamentales: rentabilidad, capacidad de replicar la imagen corporativa, los productos y/o servicios ofrecidos, y por último, que esta replica pueda ser llevada a cabo por otras personas, las cuales, luego de adquirir el “know-how” deberán poder operar de manera independiente.

Por tales razones, no es de extrañar que en la actualidad, esta fórmula de expansión de negocios sea una de las de más desarrollo en el mundo, y Republica Dominicana no se queda atrás. Nuestro país presenta una gran oportunidad para generar e incrementar riquezas. El tratado de libre comercio, CAFTA-RD, ha incentivado la inversión en franquicias, consolidando dicho sector y promoviendo su expansión. Dicho tratado modifico la muy proteccionista, Ley 173 de fecha 6 de abril de 1966, sobre Protección a los Agentes Importadores de Mercadería y Productos, y liberalizo el comercio internacional entre los países signatarios: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Estados Unidos y Republica Dominicana.

Republica Dominicana se ha convertido en unos de los principales focos de atracción para la inversión en franquicias extranjeras, debido al tamaño y dinamismo de su economía en las últimas dos décadas; por lo tanto, las franquicias regionales, así como las internacionales, han tenido un gran crecimiento en los últimos años. En ese orden, las franquicias de origen estadounidense llevan la delantera con un 45% del mercado dominicano, las franquicias nacionales componen el 40% del mercado, y el 15% restante son de origen centroamericano, sudamericano y europeo, destacándose las españolas. La presencia geográfica de las franquicias en República Dominicana se distribuye de la siguiente forma: Gran Santo Domingo 44%; Región Norte 21%; Región Este 19%; y Región Sur 16%. En este mismo orden, el tipo de franquicias en el mercado se puede dividir de la siguiente forma: Servicios 25%; Comercio 22%; Restaurantes 20%; Educación 14%; Cuidado personal 9%; Entretenimiento 5%; Otros 5%.

Para los inversionistas, potenciales franquiciados, uno de los principales beneficios del establecimiento y operación de una franquicia es la seguridad en la inversión realizada. Esto se debe a que replicar un modelo de negocio ya probado presenta mayores garantías de tener éxito a la hora hacer un emprendimiento. Esto se debe, entre otras razones, a que un franquiciado afronta menos riesgos ya que tiene acceso a la experiencia, tecnología y el know-how del franquciante, quien le facilitara los métodos operativos, le brindara capacitación inicial y luego le brindara asistencia y soporte de manera continua. Igualmente el franquiciante le facilitara al franquiciado un negocio previamente posicionado, con una zona de exclusividad, dándole acceso a economías de escala, sistemas administrativos ya preestablecidos, programas de marketing, e información de primera mano sobre resultados de investigación y desarrollo de nuevas metodologías y tecnologías incorporadas al negocio.

Esta breve perspectiva sobre el modelo de expansión de negocios que es la franquicia debe ser analizada tanto por los potenciales franquiciantes, como por los potenciales franquiciados, tomando en cuenta una afirmación de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, quien indicaba que “el mayor riesgo es no correr ningún riesgo. En un mundo que cambia muy rápidamente, la única estrategia que garantiza fallar es no correr riesgos”. Y este modelo, más que un riesgo debe ser considerado por todos como una excelente oportunidad.

Claro está, que nos falta un largo camino por recorrer, especialmente en cuanto al desarrollo de legislación especial sobre la materia, aunque seguramente avanzaremos con celeridad y firmeza sobre este punto.

En conclusión, la franquicia permite una mayor garantía de perdurar, expandirse en el mercado y crecer. Por lo tanto, dicha estructura se convierte no solo en una herramienta que contribuye con el fortalecimiento del conglomerado empresarial, sino también en un soporte para elementos claves de nuestra economía como son la generación de empleos, la formalización de las empresas, y la adopción de mejores prácticas de negocio. Es momento de aprovechar este instrumento de expansión…

Lic. Philippe Alvarez Thomen

Director Dpto. Propiedad Intelectual 

DMK Abogados│Central Law


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