Los datos del PIB a septiembre fueron de un crecimiento de 2.9%, acoplados sobre la base de un comportamiento global arrastrado por el escaso crecimiento de sectores como el comercio, pero que con las medidas ejecutadas en el transcurso de los meses subsiguientes, a los que se suman recursos coyunturales como el aporte de la minera Barrick Gold al presupuesto y los US$440 millones de un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que engrosaron las reservas internacionales, se habría producido un derrame hacia otros renglones. A esto se suma las perspectivas favorables que vislumbran los organismos internacionalescomo el Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre las economías de Estados Unidos y la zona euro. A lo interno, las medidas de reducción del encaje legal bancario en el Banco Central que impulsaron el crédito privado y las disposiciones del Gobierno mediante varias visitas sorpresas que a su vez también impulsaron el microcrédito público (Banca Solidaria, Banco Agrícola y el Banco de Reservas, entre otros), contribuyeron con el dinamismo.

Fuente: Listín Diario


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