Al ofrecer la información durante un encuentro, el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) explicó que para arribar a esa renegociación se llevó cabo el reconocimiento de deuda en primer lugar; y en segundo lugar, la armonización de documentos, lo que permitirá a los generadores hacer líquido en el presente el flujo futuro de las facturas a cobrar y a los dueños de esos documentos tener su pago cada mes.

Explicó que se trata de una operación comercial que no endeuda al Gobierno, sino de un cambio de deudor mediante un mecanismo que permite a las distribuidoras pagar intereses de 10% durante los cuatro meses y a partir de enero empezar a pagar el capital y los intereses.

El acuerdo, dijo Jiménez Bichara, alivia al sector eléctrico de las presiones en el corto plazo y permite a los generadores “hacer líquido en el presente el flujo futuro de esas facturas a cobrar”.

A través de Edesur se negociaron US$278.1 millones; US$288.9 vía Edenorte, y US$211.1 mediante Edeeste, y el repago provendrá del flujo operativo de las empresas distribuidoras, “que es la fuente natural para pagar esas facturas comerciales”.

Jiménez Bichara dijo que la operación fue realizada de manera individual entre las distribuidoras y el generador, y que “la CDEEE no es garante de la operación”.

“El sector eléctrico operará bajo una mejor planificación financiera que incluye honrar estos compromisos asumidos, y tendrá un mejor desempeño en el cumplimiento de sus obligaciones, lo cual es necesario para continuar el crecimiento de nuestra economía” manifestó.

Además, pone a fin a los apagones y a las penalidades presentes en algunos contratos.

“Un impacto importante también es que se tendrá un mayor control de las Edes, ya que requiere de una concentración del 80% de los flujos del sector a través del Banco de Reservas, que es el Agente Administrador de los Acuerdos, así como el cumplimiento de los compromisos corrientes del consumo de energía que comercializan” agregó.

El funcionario indicó que ese tipo de renegociación se ha hecho en dos anteriores ocasiones, y que esta operación no es más que una extensión de plazo de facturas comerciales.

Indicó que el repago de esos acuerdos vendrá del flujo operativo de las empresas distribuidoras, de la energía que estas venden y que es la fuente natural para pagar eas facturas comerciales.

Explicó que se tenía una estructura de deuda con más de US$500 millones a tasas alrededor del 7% y más de US$300 millones a tasas que llegaban hasta 32% anual, por lo que “de haber mantenido esa estructura de cuentas por cobrar que tenía el sector hubiese implicado un impacto negativo estimado en más US$151.4 millones, lo que implica que con los acuerdos realizados el país se estaría ahorrando un monto no menor de US$151 millones durante los próximos 59 meses”.

Fuente: El Mundo de los Negocios


Publicaciones Similares